El día nacional de la enfermera se estableció en conmemoración a Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna.

De acuerdo con el portal Clínic Cloud, entre 1853 y 1858, en medio de la llamada Guerra de Crimea, en la cual se enfrentaron el imperio ruso contra una coalición de países que incluía el Reino Unido y el Imperio Otomano; donde cientos de soldados, morían en el campo de batalla al no tener quien los atendiera; en medio de éste conflicto, la enfermera Florence, se ofreció como voluntaria, para asistir al campo de batalla y poder salvar vidas.

Hoy, en el marco del día internacional de la enfermera, frente al estado mundial de la pandemia por Covid-19,el sector salud de la enfermería, merece reconocimiento y felicitaciones por su vital desempeño y sacrificio, exponiéndose a riesgo tan elevado.

Los y las enfermeras, son personas que salvan vidas en todo el mundo, poniendo en riesgo su salud, exponiendo su propia vida y sacrificando tiempo con su familia, para ayudar a quienes sufren grandes padecimientos.

Desde el vicariato, Monseñor Joselito, manifiesta que hoy, bajo está pandemia, la seguridad personal es fundamental para que las comunidades puedan superar la enfermedad; y los trabajadores de la salud cumplen una labor fundamental, no sólo salvan vidas, sino que también preservan la continuidad de los servicios sanitarios, para preservar a las personas de accidentes y otras enfermedades, atendiendo comunidades vulnerables en las zonas más pobres y deprimidas del mundo.

María Esperanza Castro Torres Oficina de Pastoral de las Comunicaciones.