La idea de crear el día del padre surge en EEUU en el año 1910, cuando Sonora Smart Dood, hija de un veterano de guerra, quiso rendir homenaje a su padre, quien solo sin ayuda de nadie la había criado a ella y a sus cinco hermanos en una granja del estado de Washington; pero es en 1966 cuando Lyndon Johnson establece ésta fecha para el tercer domingo de Junio en EEUU, celebración que fue ganando simpatizantes hasta extenderse por todo el mundo.

En ésta fecha, es importante destacar el rol tan especial que cumple el padre en el desarrollo y bienestar de los hijos y la familia; así como la crianza compartida con las madres, resaltando sus responsabilidad en todo el proceso de desarrollo, comunicación, diálogo y participación en el hogar.

Los estímulos de papá como los de mamá son importantes para que los hijos desarrollen vínculos emocionales y positivos.

Ser papá, es un privilegio que conlleva muchas responsabilidades: amar, educar, estimular y cuidar es el trabajo más importante de papá, y hoy, en tiempos de pandemia son referentes de primera línea, con una vida familiar en aislamiento, es una labor dura que implica creatividad y paciencia mucha paciencia, pues aunada a esta labor está la preocupación financiera y laboral.

Cómo bien dice Monseñor Joselito Carreño, imitar a San José, ese padre adoptivo de Jesús esposo de María, que tuvo el privilegio de criar al hijo de Dios y ser la cabeza de la sagrada familia.
Con paciencia, con ejemplo y respeto; padre en la ternura, padre en la obediencia, padre en la acogida, padre de la valentía creativa, padre trabajador y padre en la sombra. Modelo perfecto para los padres del siglo XXI que aunque pase el tiempo siguen siendo padres y modelos a imitar por sus hijos. Feliz y muy bendecido día del padre, les desea el Vicariato Apostólico de Inírida.

María Esperanza Castro Torres Oficina de Pastoral de las Comunicaciones.