Colombia es considerada un país de origen de víctimas de la trata de personas, tanto al interior como al exterior del país, principal ente en modalidades de explotación sexual, los trabajos forzados y el matrimonio servil.

Es por eso, que desde  2001, la OIM en Colombia implementa el programa integral de la lucha contra la trata de personas con el objetivo de combatir éste delito a través de la implementación  de estrategias de prevención, asistencia a las víctimas, el fortalecimiento institucional  y la descentralización  de las políticas públicas contra la trata de personas  que lidera el gobierno nacional en colaboración con los gobiernos locales.

Se entiende por trata de personas ese delito que viola los derechos humanos y se comete cuando una persona capta a otra sin importar su género, nivel económico o educativo para ser explotada generalmente en otro lugar; sometiendo a la persona a trabajo forzado bajo amenaza y sometimiento; a la mendicidad  obligando a la persona a pedir dinero para luego arrebatárselo; a la explotación sexual  obligando a la persona a ejercer la prostitución o la pornografía entre otras.

Hoy, la iglesia católica trabaja con empeño contra la trata de personas, ya que está, es una responsabilidad global  importante y urgente en nuestro tiempo expresó monseñor Joselito; además, para hacer frente a la explotación y violencia  de los cuales depende la trata.

El compromiso de la iglesia es trabajar con esfuerzo y valentía para salvar muchas víctimas, como también para sensibilizar y estimular el compromiso internacional; ya que el tráfico de seres humanos lesiona la dignidad tanto de la víctima como del traficante y frustra la dimensión humanizadora  del trabajo, que debería contribuir  a la continúa realización  de la identidad de cada ser humano  creado a imagen y semejanza de Dios.

Además la trata corrompe y pervierte a la sociedad, pues introduce y favorece estructuras de explotación, que para los fines de éxito económico dependen del trabajo de sus víctimas.

María Esperanza Castro Torres pastoral de las comunicaciones vicariato.