Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo por más de 18 años en la Diócesis de Arauca, fue tortuosamente asesinado el 02 de octubre de 1989 por el frente guerrillero  Domingo Lain Sanz del E.L.N.

Misionero de Yarumal, profeta y mártir de la paz, un verdadero apóstol profundamente enamorado de Jesucristo y que recorrió infinidad de veces el departamento de Arauca predicando el Evangelio de la paz y la justicia, un testigo del Evangelio que siempre estuvo dispuesto a rechazar con  toda su gran elocuencia la violencia y la injusticia aun a  costa de entregar su propia vida a ejemplo del Supremo Pastor, Jesucristo.

Monseñor Jaramillo Monsalve, dedicó su trabajo a atender las necesidades de los campesinos, indígenas, colonos y llaneros que conformaban su grey.

Dentro de sus obras se recuerdan la fundación de los colegios  La Frontera y el Instituto  Oriental femenino en Tame; la creación del Equipo del Indio, grupo inter vocacional  itinerante con el cual buscó renovar  la atención pastoral  de la población indígena Araucana y del Sarare; la fundación del instituto San José Obrero en el corregimiento la Esmeralda municipio de Arauquita para la formación de líderes campesinos; promovió la fundación de hogares campesinos e impulsó la fundación de la cooperativa familiar de vivienda Cofavi.

En 1970 con ayuda de los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios funda el hospital San Ricardo Pompuri, para atender a la población de Sarare, que por efectos de la colonización de los años sesenta y setenta había crecido enormemente.

Su voz rompió el miedo en Arauca que en 1989 soportaba amenazas de las FARC y el ELN, siendo secuestrado, torturado y asesinado vilmente el 02 de octubre de ese mismo año; Monseñor Jaramillo, murió a la edad de 73 años de los cuales dedicó 49 como ministro ordenado al servicio de la iglesia y 18 a la feligresía de Arauca; hoy son 31  años de una sangre derramada por la reconciliación y  la paz de nuestra patria Colombiana que con mucha lentitud persiste, anhela y guarda la viva esperanza de alcanzarlas. Que nuestro Beato Mártir no cese de interceder por todos los colombianos para que pronto cese la horrible noche de tanta violencia, injusticia y corrupción en nuestro territorio nacional.

María Esperanza Castro Torres
Oficina de Pastoral de las Comunicaciones.

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