Monseñor Joselito Carreño inició éste Jueves Santo, las celebraciones de la Semana Mayor, con una misa en la que realizó la ceremonia tradicional del lavado de pies, como símbolo de amor sencillo, de amor cristiano que se pone al servicio del otro de manera humilde.
Con esta acción, se transmite un mensaje de caridad; también explicó monseñor que en este día, se instituyó un mandamiento nuevo “amarnos los unos a los otros, así como yo los he amado”, oportunidad de reconciliación con el prójimo y de interiorizar estás enseñanzas.
En su homilía monseñor expresó que el jueves santo, es anterior a la entrega total de Jesús en la cruz, dónde entregó su vida como máxima expresión de amor por la humanidad con su sangre derramada en la cruz y que se simboliza en la última cena con el vino y el pan que es su cuerpo, símbolo central de la nueva alianza que nos dejó el señor.
Al dar Jesús su vida, el señor nos rescata del poder del mal, del pecado y de la muerte con su propia sangre.

Es así como monseñor destacó en su homilía que con la ceremonia de la última cena Jesús nos deja su testamento; instituyó la eucaristía, el sacerdocio y el mandato del amarnos los unos a los otros.
María Esperanza Castro Torres Oficina de Pastoral de las Comunicaciones.