El pasado jueves 24 de febrero el Vaticano dio a conocer el mensaje del Santo Padre para la temporada de Cuaresma del 2022 que lleva como tema “No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos”.

En su mensaje, el Papa Francisco inicia recordando que “La Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado”. El Papa anuncia tres claves, tres consejos de acciones practicas para vivir la Cuaresma.

Siembra y cosecha:

Para iniciar el Santo Padre proclama que la Cuaresma “es un tiempo favorable, pero también lo es, toda nuestra existencia terrena” y lamenta que “con frecuencia prevalece en nuestra vida la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir”, dejando saber que la Cuaresma llama a cambiar la mentalidad, para que la vida no sea solo tener, sino también dar, haciendo un llamando a la humanidad a ser “colaboradores de Dios” sembrando el bien.

“El vínculo estrecho entre la siembra y la cosecha lo corrobora el propio san Pablo cuando afirma: «A sembrador mezquino, cosecha mezquina; a sembrador generoso, cosecha generosa», un primer fruto del bien que sembramos, lo tenemos en nosotros mismo y en nuestras relaciones cotidianas, en los más pequeños gestos de bondad” agrega el Papa.

«No nos cansemos de hacer el bien»:

“La resurrección de Cristo anima las esperanzas terrenas con la «gran esperanza» de la vida eterna, e introduce en el tiempo presente la semilla de la salvación”. En este ítem el Santo Padre deja entender, que en ocasiones la frustración y la preocupación por los obstáculos, afecta las personas y por ende se vuelven egoístas e indiferentes ante el sufrimiento del prójimo. «Dios da fuerzas a quien está cansado, acrecienta el vigor del que está exhausto… Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, vuelan como las águilas; corren y no se fatigan, caminan y no se cansan» es por esto que el Papa llama a poner la Fe y esperanza en el Señor porque solo con los ojos fijos en Cristo resucitado, se puede hacer el bien.

También invita a que “no nos cansemos de orar, que la Cuaresma nos permita experimentar el consuelo de la fe en Dios, sin el cual no podemos tener estabilidad. Nadie se salva solo, porque estamos todos en la misma barca en medio de las tempestades de la historia. La fe no nos exime de las tribulaciones de la vida, pero nos permite atravesarlas unidos a Dios”.

“No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida”. La iglesia con el ayuno corporal en la Cuaresma pide fortalecer el espíritu para evitar el pecado. “No nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar. “No nos cansemos de luchar contra la concupiscencia, esa fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal”. El Papa anuncia que la dependencia de los medios digitales a empobrecido las relaciones humanas e invita en la Cuaresma a tener un cambio a una comunicación mas humana con encuentros reales.

“No nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo”. El Santo Padre también nos invita a dar limosna al prójimo, a cuidar de quién se encuentra cerca, a llamar a quién necesita ser escuchado, visitar a quién sufre de soledad, “pongamos en práctica el llamado a hacer el bien a todos, tomándonos tiempo para amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a quienes son discriminados y marginados”.

«Si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos»:

En la parte final del mensaje el Papa Francisco en su mensaje dice que la temporada de Cuaresma cada año recuerda que “el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día” es por esto que es importante pedir a Dios “para no desistir en hacer el bien …Quien caiga tienda la mano al Padre, que siempre nos vuelve a levantar. Quien se encuentre perdido, engañado por las seducciones del maligno, que no tarde en volver a Él”.

Para concluir el mensaje el Papa anuncia que “apoyándonos en la gracia de Dios y en la comunión de la Iglesia, no nos cansemos de sembrar el bien. El ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda y de que, con el don de la perseverancia, alcanzaremos los bienes prometidos para nuestra salvación y la de los demás”.

Esteban Ocampo – Vicinirida TV