Bajo dos espacios  la catedral Nuestra Señora del Carmen y el parque Flor de Inírida, donde Monseñor  Joselito Carreño realizó una pequeña procesión, revestida de solemnidad  se realizó el santo viacrucis, devoción que hace referencia a los momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su prendimiento hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.

Es la significación del recorrido de Jesús hacia el Monte Calvario también conocido como el Gólgota donde fue crucificado Jesús.

Con plena convicción de fe y piedad, bajo el riguroso sol mañanero un gran grupo de personas acompañó a monseñor para cumplir una  a una las 14 estaciones que son el recorrido hacia la cruz; fieles  cargando su cruz interior, mundo hecho de pequeñas y grandes cruces; pero también de confianza y esperanza en el futuro; angustias de quienes en la cotidianidad de sus vidas ven sus hogares destrozados, a sus padres en pelea constante, los que no tienen fuerza para defender a un amigo o a su familia, los que experimentan la angustia de la enfermedad sobre todo en estos momentos,  por la cruel pandemia de la Covid-19, los que están inmersos en el mundo de la drogadicción.

Meditar en cada angustia , es tomar la cruz y caminar juntos, es ayudar a levantar al hermano caído y brindarle ayuda para que siga caminando con fe y confianza y si vuelve a caer es ayudarle a ponerse de pie siempre  para que avance con la certeza de la ruta hacia la vida eterna, pues si Jesús murió por nosotros ahora viviremos por él.

María Esperanza Castro Torres Oficina de Pastoral de las Comunicaciones.