Todos sabemos que el medio ambiente se encuentra en malas condiciones, y a pesar de esto, pocos buscamos actuar, para mejorar nuestra casa común o planeta tierra. Gran parte de la contaminación actual, surge por el uso de los combustibles fósiles, combustibles que sirven para crear la energía eléctrica que consumimos en la actualidad.
¿La solución?
El uso de energía solar que tiene gran impacto en el medio ambiente evitando hasta 20.000 mil toneladas de gases invernadero que contaminan el ecosistema. Al elegir energía solar, elegimos limpiar el aire, evitando que la contaminación entre hasta nuestros pulmones. Las energías renovables, son una alternativa ideal para generar electricidad a menor costo, sin contaminar y sin perjudicar los recursos naturales ni dañar el hábitat.

La generación de energía renovable se sitúa en un rango de costos entre 30 y 60 dólares, mientras la energía fósil entre 50 y 170 dólares por megavatio; lo que significa que la energía renovable no sólo compite favorablemente con el costo de los combustibles fósiles sino que en la mayor parte de los casos es siempre más barata. Por ejemplo para Garza Morichal se gastaría $11.888millones de pesos para 15 años en combustible para una sola planta, más el efecto de la contaminación, luego con la energía renovable el ahorro es alto para cualquier comunidad.
Hoy, conscientes de la preservación ambiental y, en el marco del desarrollo de los proyectos sociales; el Vicariato Apostólico de Inírida, gracias a la colaboración de la Fundación Católica Adveniat de Alemania, llevó a feliz término la primera fase del proyecto de infraestructura solar en las instituciones educativas de Siare, Guaco, Manajuare, Sejal, La Rompida y Pueblo Nuevo del departamento del vichada y de las instituciones educativas de Sapuara, Chátare, Pueblo Nuevo, Laguna Colorada y Carpintero en el Guainía, ubicadas sobre el margen del río Guaiviare, beneficiando a más de 2000 niñas, niños, docentes y familias de estas instituciones, que fueron favorecidas con la energía solar o energía limpia, luego de la instalación de 11 unidades solares fotovoltaicas.

Luego de 10 meses de planeación y trabajo duro, que formó parte de un importante proyecto de infraestructura logística, para el transporte e instalación de los paneles solares, en los departamentos de Vichada y Guainía, con el fin de llevar energía a las poblaciones y comunidades indígenas de estos dos departamentos, que no cuentan con estos servicios básicos, hoy, por fin tienen luz. De esta manera, y gracias al vicariato apostólico de Inírida, los estudiantes de estas instituciones educativas, ahora gozan de 24 horas continuas de energía, dejando en el olvido las noches en las que quedaban sin luz debido a la escasez del fluido eléctrico, haciendo más llevaderos las noches y los días.
Finalmente, bajo la ansiada y cálida luz de la bombilla, los niños, jóvenes y adultos disfrutan del encuentro familiar en las noches, celebrando en un ambiente de alegría el inesperado acontecimiento. Los paneles y la carga necesaria para el desarrollo de este proyecto que suma más de 20 toneladas fue transportada desde la ciudad de Villavicencio hasta los departamentos de Guainía y Vichada por vía terrestre y fluvial.
Así, se torna en realidad la verdad de este maravilloso sueño de escuelas verdes y sostenibles
María Esperanza Castro Torres, Oficina pastoral de las comunicaciones.