Hoy el país se despertó con una de las noticias más triste de los últimos tiempos. La Corte Constitucional de Colombia aprobó una decisión descabellada, la despenalización del aborto hasta la semana 24 de embarazo en cualquier instancia, una determinación que deja atónitos y con un sentimiento de tristeza en la sociedad.
Desde el Vicariato Apostólico de Inírida mostramos total inconformidad con este suceso que pone en riesgo el fundamento de nuestro orden social. El aborto en cualquier momento de gestación es un acto inmoral y una acción violenta contra la vida. Como sociedad hay que unir esfuerzo, proteger y promover la conservación de la vida en cualquier caso sin importar las circunstancias. Dios es el creador de la vida, y es Él el único con derecho a quitarla.
El Papa Francisco destaca “la tarea de protección que tiene la Iglesia desde el subsistema del afecto revalorizando positivamente el cuidado y protección a la vida y evocando juicios de sanción social positivos: sobre todo a los niños por nacer, a quienes se refiere como los más indefensos e inocentes de todos”.
La Corte ha tomado una decisión que en ningún parámetro defiende los derechos humanos, no defiende los derechos de los indefensos bebes que, al tener 24 semanas de gestación, pueden sentir, les late el corazón y están por finalizar su formación.
Es inaceptable que un lugar sagrado como lo son los vientres de las madres los esté convirtiendo en sepulcros, estamos en pro del llamamiento a respetar la vida desde la gestación, desde que el espermatozoide fecunda el óvulo, hasta la muerte natural. Para los católicos la vida es un derecho fundamental y un don del altísimo que nos hizo a su semejanza.
Desde la iglesia siempre se ha velado y seguirá la lucha en acción y oración por el respeto a la vida del prójimo. Como sociedad no se puede permitir que la situación del mundo actual nos haga actuar como una sociedad que no observa a su alrededor y mucho menos piensa en los demás, en los hermanos, en la familia; no se puede solo pensar en nosotros mismos y nuestro bienestar, en este caso, en seres sin voz, indefensos y vulnerables.
Un país que ha luchado por la paz de su territorio, como lo es Colombia y que apoye el aborto es contradictorio, la Madre Teresa de Calcuta proclama que “El aborto mata la paz, porque si una madre es capaz de destruir su propio hijo, ¿Qué me impide matarte? ¿Qué te impide matarte? Ya no queda ningún impedimento”.
Vicinirida TV