Más que prestar un servicio de transporte, es manifestar ese sentido de solidaridad, apoyo y acompañamiento humanitario a mujeres, hombres, jóvenes y niños, que por diversas circunstancias al momento de presentarse la pandemia, se encuentran lejos de sus familias, fuera de su domicilio, de su tierra natal Guainíana.

El proceso humanitario de traslado de este grupo heterogéneo, es el resultado de la iniciativa de un joven que logró conseguir con trabajo, el apoyo de los entes administrativos departamental y municipal, del Vicariato Apostólico de Inírida, ICBF, y algunos diputados de la Asamblea Departamental entre otros.

Se tiene prevista, la llegada de un primer vuelo con estudiantes universitarios, que tienen la posibilidad de sufragar los costos de su retorno; éste grupo, llegará bajo un estricto protocolo de bioseguridad, implementado por las secretarias de salud departamental y municipal, sujetos a las sanciones y penalidades que conllevan el desacato a éstas medidas de aislamiento, establecidas por el gobierno nacional y local.

El Vicariato Apostólico de Inírida, y los miembros de la Asamblea Departamental, se suman a esta causa mediante el aporte de la alimentación requerida durante los días de cuarentena, costo    que asciende a un valor de 20 millones distribuidos en desayuno, almuerzo y comida diarios.

Se tiene previsto, un riguroso control de salida de Bogotá y llegada de los viajeros a Inírida, control consistente en: tener pruebas Covid-19 RPC a la salida de Bogotá y al arribo a la ciudad de Inírida, con posterior seguimiento durante la cuarentena; con el fin de garantizar a la ciudadanía la contención del virus, todo ello bajo un compromiso firmado por los estudiantes, los padres de familia y los entes de control.

Se cuenta con la posibilidad, de que las personas que se encuentran en el municipio y que no tienen su domicilio en esta ciudad, puedan desplazarse hacia Bogotá, accediendo a los cupos que queden libres una vez desembarquen los viajeros de este vuelo humanitario, eso sí bajo previo cumplimiento de protocolos de bioseguridad y sufragando el costo del pasaje de regreso, que pueden adquirir en Casa Parature.

En virtud de esta labor social humanitaria, no es justo que se estigmatice y amenace a las personas que asumieron este compromiso de amor, humanidad y solidaridad por sus conciudadanos; donde se espera el apoyo real en el cumplimiento de lo pactado, por de las familias de los estudiantes que llegarán en este primer vuelo piloto, para posterior traslado de más de 300 personas a quienes sus familias esperan con ansiedad.

Se espera que la comunidad armónica y generosa de este hermoso departamento, se solidarice a esta noble causa que requiere recursos económicos, para subsidiar a esos ciudadanos en estado de vulnerabilidad y pobreza que no cuentan con los recursos para sufragar el costo de su regreso; para ello se tiene la cuenta de ahorros No 8.4199468293 de Bancolombia, perteneciente al Vicariato Apostólico de Inírida.

María Esperanza Castro Torres
Oficina de prensa, Vicariato

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