Con motivo de celebrar el día de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las hermanas misioneras de santa Teresita que dedican su vida al servicio de los menos favorecidos y vulnerables dejando huella profunda en el corazón de quienes reciben sus cuidados y amor, Monseñor Joselito Carreño Quiñones, celebró una   misa especial  acompañado del grupo sacerdotal de la ciudad, para resaltar la labor de la comunidad de las hermanas  Teresitas; haciendo de un reconocimiento especial a toda una  vida y trabajo de la Hermana Amalia líder de la comunidad, quien con su labor constante y sencilla llena de amor y fe lleva esperanza a quien la requiere y a quien con ella  trabaja día a día.

En su homilía Monseñor resaltó que octubre es un mes especial ya que es el mes dedicado a las misiones y a la exaltación de su patrona Santa Teresita del Niño Jesús, quien desde muy temprana edad abrazó el camino de la sencillez, el amor profundo y la humildad; declarada doctora de la iglesia en el año 1997 y a quien Dios le dio la gracia de madurar, gracias a su riqueza espiritual, legado especial para la humanidad.

Este es el mes de las misiones elegido por la iglesia católica y de santa Teresita, quien descubrió que la esencia de las misiones está en el amor y en la entrega absoluta al servicio de los más débiles y necesitados, amándolos y haciéndolos amar por el mayor número de personas posible, a través de la oración.

Igualmente, se refirió a Santa Teresita, como una mujer llena de infinito amor para la humanidad, quien aprendió a confiar infinitamente en el señor bajo el amor, el sufrimiento y la entrega total.

Invitó finalmente a consagrar nuestra vida al señor con fe, humildad y confianza porque él siempre está dispuesto a dar la bienvenida a todo aquel que le busca, transformando su realidad de pecado en bondad, ternura y bendición; encontrando siempre el perdón y la reconciliación para ser feliz con nuestros hermanos en Cristo Jesús.

A su vez, pidió la ayuda para vivenciar ese amor que nos legó Santa Teresita, para sentir la plenitud de la vida en nuestro corazón, soportar las dificultades de la época para salir victoriosos, haciendo únicamente la voluntad del padre eterno como misioneros al servicio del reino de Dios.

María Esperanza Castro Torres pastoral de las comunicaciones vicariato