Planeta tierra, hermosa y maravillosa obra de la creación divina. ¡Que admirables son tus obras, Señor! ( Ver Salmo 92).

Hoy, con grave preocupación, vemos la grave crisis climática que atraviesa  a todo el planeta llevándolo poco a poco a su inminente destrucción.

En fecha tan especial como ésta sobre la madre tierra, reflexionamos sobre el compromiso de cuidarla ya que el mismo hombre a quién Dios le dio el mandato de administrarla, ha estado alterando tan drásticamente la vida del planeta tierra.  En esta fecha establecida por las Naciones Unidas, hoy, todas las miradas están puestas en la pandemia de la Covid-19, el mayor desafío que enfrenta la humanidad en los últimos tiempos después de la segunda guerra mundial.

Ante inminente realidad, la tarea es, trabajar juntos para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y reducir las devastadoras consecuencias económicas y sociales.

El impacto de éste virus es terriblemente devastador; pero aunado a ésto, hay otra emergencia que reviste gravedad y, es la crisis socio-ambiental que hoy sufre el planeta.

La biodiversidad está agonizando, el número de pobres es cada vez más grande y el cambio climático se está acercando a un punto de no retorno, amenazando la existencia del mundo.

Que en ésta fecha tan importante para el planeta; la humanidad reoriente

 su compromiso en la recuperación del ambiente, los suelos, el bosque, la biodiversidad, con la justicia social,  la equidad; qué asuma una conciencia amigable con el planeta, con los millones de pobres, con nuestra casa común.

De ahí que los grandes líderes del mundo, los empresarios y la sociedad en general, una vez se supere está pandemia, inviertan grandes cantidades de dinero en la creación de nuevos trabajos y en empresas, mediante una transición limpia y ecológica; tener presente que, los gases efecto invernadero, al igual que los virus, no respetan las fronteras nacionales. Que se genere empleo a gran escala y una renta básica para todos los ciudadanos del mundo.

En éste día, y todos los días, es necesario unir las voces del mundo para exigir un futuro sano y resiliente, para las personas y el planeta tierra; tal como lo expresa el Papá Francisco al dar inicio hoy al año jubilar por el cuidado, atención y oración por el planeta tierra.

María Esperanza Castro Torres
Oficina  Pastoral de las Comunicaciones

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