Las Naciones Unidas declararon el 9 de diciembre como día internacional contra la corrupción, como la oportunidad para sensibilizar a la Ciudadanía sobre tema tan sensible.

La corrupción en los últimos tiempos ha aumentado en forma progresiva, hoy en época de pandemia global no es la excepción, de ahí que los países del mundo , han adoptado medidas significativas para hacer frente a las medidas sanitarias y evitar el colapso mundial.

Reducir el riesgo de la mala administración y de la corrupción durante ésta pandemia, requiere la participación de organismos especiales de anticorrupción sólidos, con una supervisión de los paquetes de apoyo para la emergencia, adquisiciones públicas más abiertas y transparentes y mayor cumplimiento de las normas anticorrupción en el sector público y privado, asegurando apoyo y protección a informantes y periodistas que denuncien la corrupción durante la pandemia y fuera de ella.

Desde el
Vicariato Apostólico, Monseñor Joselito Carreño Quiñones se pronuncia contra este flagelo y manifiesta que ésta es criminal e inmoral , pues representa la máxima traición a la confianza pública y más aún en tiempo de crisis como el que hoy vive el mundo producto de la Covid-19; donde la respuesta a ésta pandemia está creando nuevas oportunidades para explorar la débil e inadecuada supervisión a la transparencia inadecuada desviándose recursos destinados a personas en situación de vulnerabilidad y momentos de mayor necesidad, aumentando la dolorosa situación de los más pobres y desprotegidos del estado. Produce una enorme tristeza el constatar que los niveles de corrupción han llegado a las mismas instituciones encargadas de la lucha contra la corrupción.

María Esperanza Castro Torres
Oficina de pastoral de las comunicaciones

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