En el país existen 183.976 víctimas directas e indirectas registradas por desaparición forzada, según reporte del Observatorio de memoria y conflicto del CNMH.

Ésta forma de violencia, es capaz de producir terror, causar sufrimiento prolongado, alterar la vida de las familias por generaciones y paralizar la comunidad y sociedades enteras.

Desde el observatorio de víctimas, hoy, además de aclarar cifras, se ha hecho un esfuerzo por reconstruir la historia de cada hecho o evento de desaparición, a través de entrevistas , testimonios, talleres memoria, expedientes penales de justicia ordinaria militar, expedientes disciplinarios administrativos, procesos judiciales, informes de organizaciones no gubernamentales y prensa.

También el observatorio ha contribuido en la caracterización de desapariciones forzadas, lo que ha permitido profundizar en el conocimiento sobre éste flagelo.

Sobre los perpetradores, los grupos paramilitares fueron responsables del 46.1% de los casos entre 1970 y 2015 un total de 13.562; las guerrillas el 19.9% es decir 5849; los grupos posdesmovilizados del 8.8% es decir 2368; fenómeno que se ha presentado en Magdalena medio, oriente antioqueño y valle de aburra ; lo que genera un gran daño emocional y psicosocial a las víctimas porque las características de éste delito impiden hacer un duelo.

Éste acto de desaparición, refleja la indolencia de la sociedad colombiana cruelmente indiferente ante la atrocidad que han vivido las víctimas en éste drama y cuál ha sido la acción o inacción del estado y de la justicia de cara a este fenómeno.

Desde el vicariato, Monseñor Joselito, invita a la solidaridad y a denunciar la situación, que en la mayoría de los casos causan pena y dolor a las víctimas.

María Esperanza Castro Torres pastoral de las comunicaciones vicariato.