El Vicariato Apostólico de Inírida realizó la Fiesta Patronal en honor a la Santa Madre Laura Montoya. La celebración inició días atrás por medio de la novena en conmemoración del noveno aniversario de la canonización de Laura Montoya en la capilla que lleva su nombre ubicado en el barrio La Primavera Primera Etapa de Inírida (Guainía).
La novena se llevó a cabo desde el 12 hasta el 20 de octubre, finalizando el 21 del mismo mes con la eucaristía precedida por Monseñor Joselito Carreño Quiñones m.x.y. Durante este día se contó con la presencia especial de las Hermanas Lauritas del Sejal y Sarrapia, las Hermanitas Teresitas y se contó con las asistencias de más de 50 católicos de nuestro municipio.

Fue la noche solemne dedicada a enaltecer a una mujer entregada a Dios, que la llevo a la santidad, desde la pobreza, los sacrificios y la lucha por los derechos de las comunidades indígenas de Antioquia; estos fueron los aspectos que rodearon la vida de la Madre Laura, la primera santa colombiana.
Laura Montoya, inició su vocación misionera desde que era pequeña, nació en el municipio de Jericó, en el departamento de Antioquia un 26 de mayo del año 1874, a sus 39 años junto a 6 catequistas, con la aprobación del entonces arzobispo de Santa Fe de Antioquia, Monseñor Maximiliano Crespo Rivero, inició su trabajo misionero con los nativos emberá y Chami.

Fue canonizada después de varias etapas: En 1973, fue declarada Sierva de Dios, en 1991 obtuvo el título de venerable tras un análisis de su vida santa llena de virtudes y de principios, como la fe, la humildad y la caridad.
Su primer milagro se registró en 1994, cuando a causa de su intermediación se sanó de un cáncer de útero, Herminia González, hecho por el cual, en 2004 el Papa San Juan Pablo II la declaró beata. En el 2005, ocurrió su segundo milagro, cuando intercedió ante el médico Carlos Restrepo, quien se curó de una enfermedad terminal al encomendarse a Ella.
La Madre Laura Montoya, murió en Medellín el 21 de octubre de 1949 tras una larga enfermedad, pero su vida ejemplar y sus milagros, la llevaron 64 años después a convertirte en la primera santa colombiana por el Papá Francisco el 13 de mayo del año 2013.
En el espacio de adoración se hizo la oración por el eterno descanso de los fundadores de la capilla que con gran esfuerzo y devoción se unieron para dejar un legado dentro de la comunidad eclesiástica, también se pidió por la salud y recuperación de los enfermos que pasan por circunstancias difíciles.
Se dio la acción de gracia al servicio que prestan las hermanas Lauritas, los benefactores de la capilla, los proyectos sociales de María Catalina Pereira López, los jóvenes y niños que se han preparado para el sacramento de la comunión, confirmación y catequistas, y por todos los presentes a la Eucaristía.

La fiesta en honor a la Santa Madre Laura Montoya, reunió a cristianos del municipio de diferentes barrios, quienes asistieron con sus intenciones, y gracia.
“Es muy bueno que exista una numerosa participación de los cristianos acá en Inírida, quienes vinieron a compartir con nosotros durante toda la preparación de la novena, hasta el día de su celebración” Expresó Monseñor Joselito Carreño.
Además, Monseñor añadió que: “Santa Madre Laura, es un referente permanente de la vivencia y seguimiento al Señor, por su entrega generosa a la obra misionera, especialmente por el trabajo con los pueblos indígenas de Colombia y Latinoamérica”
Fue el momento perfecto donde se enalteció la primera fase de Laura Montoya, aquel donde sintió el llamado misionero desde que era una niña, llevándola hasta el conocimiento de testimonios de vida de las comunidades étnicas abandonadas, desconocedoras del amor de Dios.
Su compromiso con la educación y resignificación de la cosmovisión de los pueblos olvidados de la época a encontrar el amor de Dios, es uno de los pilares que construyen las intenciones de hacer la novena en su celebración.
Carmenza Pinto, hermana perteneciente a la Comunidad Misioneras de la Madre Laura, participe de Fiesta Patronal inspirada por la vida de Laura cuenta que:
“Hacemos presencia en comunidades indígenas del Vichada, participamos en las escuelas, con las mujeres y los niños, visitamos las comunidades, apoyamos las organizaciones y participamos en la defensa del territorio”.
La capilla durante nueves días desarrolló el espíritu misionero, fortaleciéndolo desde la Palabra de Dios, con el objetivo de acercar a los fieles cada vez más al Señor, y así, seguir avanzando y creciendo como comunidad eclesiástica.

La hermana Silvia Aristizábal alegremente con mucho esfuerzo, lideró con el apoyo del Vicariato Apostólico de Inírida y la comunidad, la realización de toda la novena, finalizando la eucaristía con la invitación a seguir participando de la eucaristía los días sábados
“Los encuentros se realizan a las 5:00 PM con la infancia misionera y a las 6:00 PM la oración con todos los feligreses”.
La Fiesta en Honor a Santa Madre Laura Montoya, culminó con el agradecimiento infinito de los presentes, quienes además de haber expresado sus intenciones, demostraron sus grandes anhelos de mantener y continuar con la capilla, fortaleciéndola desde la fe, humildad y labor misionera de la santa colombiana.
Leonardo Sánchez – Vicinirida TV